Si tienes un cachorro en tu casa y no estás
seguro si debes o no gritarle
para que deje de hacer algo indebido o para que deje de ladrar, entonces este correo te será
MUY ÚTIL.
En primer lugar, debes saber que los gritos no
resolverán ningún problema, no
harán que tu perro deje de hacer lo que está haciendo
ni producirán ningún tipo de refuerzo positivo.
Sí, es probable que por un momento tu perro
deje de hacer una determinada
actividad luego de un grito, pero él volverá a la conducta anterior que te estaba
molestando en un principio.
¿Por qué?
Porque gritarle a tu perro no soluciona nada,
los gritos sólo proporcionan una
solución temporal.
La mayoría de los cachorros ven a sus dueños
como si éstos fueran otros
perros. Por lo tanto, cuando le gritas a tu cachorro, sólo estás haciendo que éste se
emocione aún más en una determinada
situación.
También puedes provocar que tu perro cree una
relación negativa entre el grito
y sus sentimientos.
Pronto tu perro empezará a relacionar el grito
con la idea de que no es querido,
y no se dará cuenta de que en realidad está rompiendo
una regla que estás tratando de establecer.
No todas las órdenes con voz fuerte son malas
Aun cuando los gritos no son recomendables, no
hay duda de que a veces es
necesario que endurezcas el tono de tu voz y que cambies la forma en que le transmites
las órdenes a tu cachorro.
Hay tres formas generales de comunicación
relacionadas con la manera en que
le hablas a tu perro:
1.
Tono de
voz tranquilo. Debes usar un tono de voz tranquilo cada vez que quieras elogiar a tu
perro. Cuando te comuniques de
esta manera, debes tratar de relajar y tranquilizar a tu perro en lugar de emocionarlo. Cuando le
hables a tu cachorro en un tono
de voz tranquilo lo harás sentir seguro y orgulloso y sentirá que estás contento con él.
2.
El
segundo tono de voz es más directo. Un tono directo sería el mismo que usas para darle órdenes a
tu cachorro cuando quieres llamar
su atención. Debe ser corto, firme y autoritario.
3. El tercer
tono de voz que puedes usar con tu perro es un tono más disciplinario. Sin embargo, debes
aprender a establecer una línea
entre un tono disciplinario y un tono de grito. Recuerda, no necesitas gritarle a tu perro, pero
hay ocasiones en que debes elevar
tu tono de voz para hacer que se aleje de algo rápidamente o para hacer que deje de
hacer algo, pero no es necesario
espantarlo a los gritos. En lo personal, me gusta usar frases cortas tales como "ABAJO THOR" o "NO THOR".
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