Las perras que serán madres, no requieren de mucho alimento adicional en el periodo de gestación que
contempla las 5 u 6 semanas.
Esto se debe a que el cachorro que está dentro de la madre
aún no se ha formado por completo.
Donde sí es importante prestar mucha atención al cuidado
maternal es en los últimas tres semanas de gestación ya que
en esta etapa se da lugar a la
mayor parte del crecimiento del cachorrito bebe.
En esta fase de gestación de la madre debes incrementar la
ingesta energética de alimentos que consumirá en al
menos un 15% más de lo normal.
Hasta que se produzca el momento del parto en el que su
ingesta energética debe alcanzar un 50% más de lo
habitual.
Producto de que una vez dado a luz, la perra
necesita recuperarse totalmente y fortalecer su
lactancia materna, ya que es una de las etapas
más importante para el desarrollo del cachorro recién nacido.
La lactancia es la fase más importante, sobrepasando a la
etapa de gestación. El aumento en las necesidades
energéticas dependerá al tamaño y
la edad de la camada, pero en el momento de esta etapa, cuando los cachorros tienen
aproximadamente cuatro semanas de vida, los
requerimientos energéticos de la perra pueden ser hasta cuatro veces más altos de los habituales.
Por lo tanto cuida de mantener a tu perra bien alimentada
después de que haya dado a luz,
proporcionándole alimentos saludables, ricos, que
sean de fácil digestión y concentrados en nutrientes, darle alimento varias veces al día o
dejárselo constantemente lleno, para
su libre disposición durante el día.
Y no olvidar tenerle siempre agua fresca ya que necesita
mantenerse hidratada a todo momento por la cantidad de
líquido que pierde en el proceso
de elaborar la leche materna.
Si te gusta correr o hacer excursiones, asegurate de que tu perro está preparado para estos ejercicios. Algunas razas pequeñas pueden sobre calentarse muy pronto, hasta el límite de la enfermedad o incluso la muerte (como perros falderos o muy pequeños)
Adicionalmente, asegúrate de proteger a tu perro contra
garrapatas, gusanos o pulgas antes de llevarlo a los bosques. No les hará
ningún bien ejercitarse sólo para traer una enfermedad a casa. Un perro bien
ejercitado siempre se comportará mejor que uno sobre excitado, alterado, con
mucha energía disponible. Es además una buena manera de saber fácilmente si tu perro
tiene otros problemas de comportamiento que pueden ser confundidos con la sobre
excitación.
Lo mejor de todo, estos ejercicios te permitirán disfrutar de
tu perro de muchas más maneras, divirtiéndose y jugando juegos que les hará
acercarse el uno al otro. No puedes solidificar una relación, nada ayudará más
a un perro y su amo que unas horas cansándose el uno al otro ahí fuera.
Espero que te hayan gustado estos consejos.
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