La displasia de cadera es muy común en varias
razas de perros.
Para poder detectar si tu perro sufre de este
mal podrás detectarlo mediante
los siguientes síntomas.
Lo primero es el cojeo de tu perro y la
inflamación, se manifiesta a
través de una displasia de los huesos que están en las zonas de las caderas unidas al fémur, tiene su
origen producto de la herencia genética
y en ocasiones puede también adquirirla por si mismo lo que produce que los huesos lentamente
se descalcifiquen por completo.
Puedes detectarla y comprobarla realizándole a
tu perro una radiografía.
El tratamiento adecuado para la displasia
consiste primero que todo consultar siempre a un veterinario para que te
oriente de forma adecuada y
específica.
Pero tú puedes ayudarlo evitando que
realice muchos ejercicios, cuidando
su dieta, evitar utilizar productos o alimentos que potencien el crecimiento, procurar
reposo para el perro, darle los medicamentos
indicados (analgésicos y anti-inflamatorios).
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