Multigestión

Protéjase de la Inflacción

domingo, 10 de noviembre de 2013

¿Por qué al perro le gusta olfatear?

         El órgano olfatorio del perro, ubicado dentro de la nariz, es aproximadamente cuatro veces más grande que el del  humano, y el sentido del olfato de un perro es, aproximadamente, 50-100 veces más poderoso que el nuestro. 

       Aunque todos los perros tienen el sentido del olfato muy desarrollado, algunas razas tienen una capacidad mayor de olfato de una sustancia determinada. 

       Por ej. el Basset Hound, Bloodhound y Beagles son consideradas las razas más evolucionadas con respecto sensibilidad olfativa y la capacidad de rastreo de presas u otro elemento determinado.

viernes, 8 de noviembre de 2013

¿Por qué a los perros les gusta tener una cucha?

         La domesticación del perro es un evento bastante reciente en la historia de los cánidos en la tierra. Aunque los cánidos salvajes han estado hace millones de años, hace solamente unos poco miles que son domésticos y conviven con el hombre, por esa razón todavía conservan algunas costumbres "salvajes" y una de ellas es el instinto de permanecer en algún momento del día en un lugar de aislamiento que puede ser su "cucha" u otro lugar de la casa donde se siente protegido. 

         Los caninos tienen un instinto definido para estar "protegidos" en un cubil o debajo de algo, si no tienen uno disponible harán uno propio, es común ver a los perros bajo algún mueble como mesa, escritorio, cama, auto, etc. Una de las razones que los perros hacen pozos es que quiere hacer una madriguera o refugio al cual siente como "su lugar propio".

         Muchas personas detestan la idea de "enjaular" a su animal, justificando que es cruel y se le está quitando libertad, esto no es cierto, cuando un animal es educado con el método de la jaula, el mismo buscará con frecuencia entrar en la misma cuando está cansado o quiere permanecer solo, aislado y que nadie lo moleste, generalmente él recibe su comida cerca de la jaula, en ella tiene un buen acolchado y sus juguetes preferidos. ¿Qué perro no querría quedarse en un lugar con tantos lujos? Muchas personas dejan una jaula disponible para su perro para que él tenga su propio lugar para ir, la puerta siempre está abierta y el animal viene y va cuando él quiere. Para él no es una jaula de encierro, sino su cubil o "cucha" donde él se siente seguro y protegido. 

         Otras ventajas de la jaula: 

         Seguridad para el perro y la casa: Teniendo al cachorro en una jaula se puede proteger la casa de la destrucción de zapatos, diarios, revistas, cortinas, y un largo etc., relacionada con la ansiedad por separación mientras se está lejos o no se lo controla. Sí el cachorro está habituado a que lo coloquen en la jaula, se sentirá cómodo en ella y sí se hace 15 o 20 minutos antes de salir, ignorándolo, él no notará la ausencia de sus tutores y es una muy buena educación para evitar la ansiedad por separación y los inconvenientes destructivos que trae este problema en el comportamiento del animal. También evita que el cachorro mastique cables eléctricos poniendo en peligro su vida o que ingiera cuerpos extraños que producen desórdenes u obstrucciones (a veces grave) en el aparato digestivo. 

         En un viaje, llevarlo en una canasta o jaula se protege al animal de cualquier accidente y al chofer del automóvil, ya que si va suelto puede introducirse entre los pies del conductor entorpeciendo su manejo y provocar un accidente, o también en una frenada brusca puede lastimarse al no ir contenido. 

         Si se elige una jaula para tener al perro en momentos determinados, se le estará haciendo un favor al perro ya que le damos su propia "cucha".


sábado, 2 de noviembre de 2013

¿Los perros sufren de ataques de pánico?

         La mayoría de los perros manifestarán un miedo considerado normal a un ruido fuerte producido por tormentas (truenos), fuegos artificiales, disparos de armas de fuego y otros tipos de ruidos estruendosos, ésta es una respuesta natural del animal que provoca una reacción de escape para evitar el "peligro". 

         En algunos casos, un perro responderá en forma impropia o excesiva frente a este tipo de estímulo con sonoridad violenta, a diferencia de una respuesta normal al miedo provocado por estas situaciones que protege al animal de un peligro potencial, la reacción fóbica o ataque de pánico (panic attack) no provoca en el perro un beneficio, sino al contrario un problema y un peligro a su seguridad, ya que en ese estado, el animal huye despavorido y puede en su escape descontrolado, golpearse, ser atropellado por vehículos, destruir elementos, lastimarse (por ej. al traspasar verjas, ventanas, puertas, mallas de alambre), desorientarse y no poder volver a su hogar, volverse agresivo hacia las personas, etc.

       Esta conducta del perro puede ser influenciada por factores genéticos, hormonales, o eventos traumáticos. La fobia al ruido es más común en perros que carecen de una buena socialización temprana y habituación a este tipo de ruidos, algunas razas son más sensibles a las fobias que otras.

         Generalmente, esta patología comportamental está asociada a otros problemas de conducta como la ansiedad por separación, miedo a personas extrañas u otros animales, agresividad por miedo, etc. Con el tiempo, las fobias tienden a empeorar si no son tratadas en forma profesional.

         La respuesta del tutor (intentando calmar y tranquilizar, o el castigo por una conducta que es el resultado de la fobia) a las acciones del perro, estas medidas de corrección puede mejorar o empeorar el cuadro.

         Los perros en un estado de ataque de pánico pueden tener temblores, jadeos, salivación, nauseas o molestias abdominales, escapar, destruir cosas, ladrar excesivamente, aullar o manifestar una conducta agresiva.

         La mayoría de los perros que son afectados por las fobias provocadas por ruido responden a sonidos fuertes que incluyen: tiros por armas de fuego, tormentas, o fuegos artificiales. La reacción puede ser inducida por el sonido u otros factores que preceden al mismo. Por ejemplo, un perro puede mostrar miedo al ver un arma de fuego en un armario, porque el animal relaciona ese elemento (el arma) con un ruido fuerte que previamente ha visto disparar; o puede mostrar una conducta de deambular nervioso antes de una tormenta, porque capta con sus delicados sentidos los cambios de presión atmosférica.

         El tratamiento a seguir en el ataque de pánico implica aplicar el estímulo desencadenante del miedo sin que el animal llegue a sentir éste. ¿Difícil no?, ¿y que significa este juego de palabras?, consiste en una desensibilización y contra condicionamiento donde el animal se expone en forma gradual al estímulo disparador del miedo o la fobia, sin llegar a desencadenar éste/a como respuesta.

     Como todo tratamiento conductual, en muchos casos el profesional en comportamiento animal, combina la corrección de la conducta indeseada con la farmacología correspondiente si estuviera indicada.

         Los medicamentos naturales como el tratamiento homeopático y la acupuntura, normalmente, no producen los resultados deseados en los perros fóbicos, pero puede ser una alternativa adicional a un plan de modificación de conducta.

         Algunos perros se tratan con ansiolíticos, que causan una sedación suave poco después de la administración (deben dosificarse 30-60 minutos antes de una tormenta o los juegos artificiales). 

         Otros perros necesitan ser medicados diariamente, si la tormenta o los festejos duran varios días.

         Pero el mejor y efectivo remedio para un perro fóbico es un programa de modificación de conducta; consultar con el Médico Veterinario y, si es necesario, que lo derive a un especialista en comportamiento animal para que evalúe al animal. El especialista podrá elaborar un plan adecuado para cada fobia en particular.

         Los protocolos del tratamiento involucran insensibilización sistemática y contra condicionamiento. Un ejemplo de protocolo de tratamiento sería grabar el sonido de una tormenta y reproducirlo en un ambiente similar, puede ser oscuro y con lámparas que se prenden y apagan simulando los relámpagos y truenos, mientras en forma simultánea se alimenta al perro con algo agradable a su gusto, entonces asociará la situación con un alimento de su agrado, algo similar se puede hacer con otros tipos de estruendos, el período de entrenamiento puede llevar varias semanas o unos meses, pero el perro habrá aprendido que el ruido no representa un peligro.