Se cree que los perros tienen esta actitud para enmascarar su olor, es un
comportamiento que ha quedado de sus ancestros, los lobos, éstos lo hacen para disimular
su propio olor para que la presa que están dispuestos a cazar no se alarme de
su presencia, de esta manera ellos pueden acercarse en forma furtiva a su
víctima y cazarla con más facilidad.
Algunos especialistas en comportamiento animal sostienen que es una conducta que realizan para "avisar" que han encontrado a otros perros.
No importa la razón, desgraciadamente, algunos de nuestros amigos domésticos han conservado éste hábito ancestral heredado de sus antepasados.
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