Ahora que sabemos más sobre el esfuerzo que hace tu cachorro para
decirte cómo se siente o en qué estado mental se encuentra, trata de tener esto
en cuenta en el entrenamiento de tu cachorro y en la vida diaria junto a él.
Cuando le enseñes a tu cachorro a sentarse éste
debería estar en un estado juguetón o receptivo. Si se muestra dominante, entonces
debes considerar que tal vez el cachorro no te está tomando en serio, o bien
puede que esté con una actitud obstinada y, probablemente, necesites ser más
enérgico.
Una conducta un tanto sumisa no es un mal
signo, ya que significa que el perro sabe que tú estás al mando.
Si tu cachorro se muestra fastidiado, asustado,
inquieto o incluso hostil, debes detener la sesión de entrenamiento y consolarlo
inmediatamente. Si la sesión se ha extendido por más de 15 minutos, suspéndela
por un momento y toma un descanso.
Cuando retomes el entrenamiento toma las cosas
con más calma o cambia la forma de entrenamiento.
Además, trata de estudiar la conducta diaria de
tu mascota. Observa a tu cachorro en diferentes circunstancias y pronto te
darás cuenta qué le gusta, qué no le gusta y cuál es su estado de ánimo. Así,
podrás tomar medidas para complacerlo con lo que más le gusta y darle más ánimo
y seguridad en
circunstancias que para el cachorro son más complejas.
circunstancias que para el cachorro son más complejas.
Hasta la próxima,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario