Para
evaluar la hidratación de un animal se realiza un pliegue de la piel en la
región costal o cervical inferior y se toma el tiempo en que tarda en volver a
la normalidad.
Sí el animal está bien hidratado la piel vuelve en forma
instantáneamente a su posición normal.
En
los animales deshidratados, la piel está menos hidratada y menos elástica.
Cuando se realiza el pliegue, la piel de un animal deshidratado no vuelve
inmediatamente a su posición normal.
Sí un perro ha perdido el 6-8% de su fluido normal, habrá un retraso marcado en el regreso de la piel a la normalidad.
Sí el perro está entre 10-12% deshidratado, la piel no regresará a su posición normal.
Sí
un perro está por encima de un 12% de deshidratación, es muy grave y debe ser
llevado de inmediato a la Clínica veterinaria.
Otras
maneras de evaluar la deshidratación es examinar las membranas
mucosas (las encías); deben estar húmedas.
En un animal deshidratado, los ojos pueden parecer hundidos, en los animales muy deshidratados la frecuencia cardíaca puede aumentar pero el pulso será débil.
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