DIAGNOSTICO:
Se
realiza mediante un exhaustivo examen clínico y análisis de laboratorio que
implica medir la glucosa en sangre (tanto en ayunas como luego de una ingesta y
dosajes periódicos para evaluar respuesta), análisis de orina (donde se mide
las concentraciones de glucosa en la misma).
PRONOSTICO:
El pronóstico es bueno en la diabetes no complicada y tomada a tiempo, en cambio reservado a grave en las complicadas, las resistentes al tratamiento y aquellos cuadros que tienen complicaciones tales como lo son las cetoacidosis y el hiperadrenocorticismo.
TRATAMIENTO:
El
objetivo del tratamiento es alcanzar un buen control metabólico, es decir, la
utilización adecuada de la glucosa; de esta forma se evitan en gran medida
complicaciones que a largo plazo pueden alterar la calidad de vida, tanto del
diabético insulinodependiente como del no insulinodependiente.
El
tratamiento habitual de la diabetes mellitus abarca una serie de medidas:
* Régimen dietético.
* Régimen dietético.
* Ejercicio físico.
* Medicación: Insulina (en algunos casos se puede
intentar con hipoglucemiantes orales, responden más los gatos).
La insulina es una hormona que permite la utilización de glucosa (azúcar), que es el principal combustible de nuestro organismo. Un animal con diabetes insulinodependiente no puede sobrevivir, por eso la insulina debe ser inyectada diariamente.
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